“Almendra” es la primera novela de la autora surcoreana Won-pyung Sohn. Su debut literario llegó en 2017, cuando con esta novela ganó el Premio Changbi de literatura juvenil y se convirtió inmediatamente en un éxito de crítica y ventas.
El lenguaje empleado por la autora, al estar dirigido a un público juvenil, es sencillo y los capítulos son cortos, lo que hace que la lectura sea mucho más ágil y ligera; sin embargo, nada de esto minimiza la profundidad de la historia.
La historia está narrada en primera persona por el personaje principal Yunjae, un chico que nació con alexitimia, una enfermedad que le impide reconocer y expresar emociones y que ha crecido bajo la protección de su madre y de su abuela, quienes están empeñadas en brindarle todo el apoyo posible a fin de que pueda llevar una vida normal y que no sea catalogado como raro.
En el mundo de Yunjae no existe el miedo, no existe la tristeza ni la felicidad, y, desde pequeño, se le ha educado para poder identificar las emociones y, de ser posible, fingirlas, pero entonces sucede una tragedia, por lo que Yunjae se ve obligado a hacer frente a la vida por sí mismo y es cuando conoce a Gon.
Son dos chicos totalmente distintos, ambos juzgados por quienes los rodean y considerados como mounstros, aunque en realidad ninguno de los dos lo sea. Un chico incapaz de sentir y otro que, debido a una infancia traumática, lo único que desea es dejar de hacerlo, simplemente quisiera deshacerse de todo sufrimiento.
La amistad entre Yunjae y Gon, quien es un abusón y muy volatil, es bastante peculiar, pareciera no ser lógica e inclusive improbable, pero de algún modo funciona para ambos. Si bien Yunjae ha perdido a personas importantes en su vida, se topa en su camino con otras más que lo ayudan a superar sus propios obstáculos e inclusive le permiten a él brindar ayuda.
Es una historia agridulce y bastante emocional, y creo que el mensaje que la autora pretendía transmitir es contundente: la amistad, la bondad, el amor, las segundas oportunidades, pero más que nada la empatía, la habilidad de poder colocarnos en una situación emocional de otro sin juzgarlo.
Frases
"La abuela me abrazó tan fuerte que me dolieron las costillas. Ella siempre me llamaba monstruo. Para ella, no era algo malo".
"Los libros me llevaban a lugares a los que nunca podría ir de otra manera. Compartían confesiones de personas que no había conocido y vidas que no había presenciado. Las emociones que nunca podría sentir, y los eventos que no había experimentado podría encontrarlos en todos estos volúmenes".
"Él asintió, y las comisuras de sus labios se hundieron un poco. Si estaba triste por mamá, a ella le habría agradado. Ésa era una de las pistas que ella me había dado. Si alguien estaba triste por mi tristeza, entonces eso debía provocarme felicidad. Ella decía que, como en álgebra, negativo por negativo daba un resultado positivo".
En conclusión: Un libro con una prosa sencilla en el que se plantea una historia conmovedora, con personajes únicos y entrañables, y en la que el mensaje de la autora es contundente: la amistad, la bondad, el amor, las segundas oportunidades, pero más que nada la empatía, la habilidad de poder colocarnos en una situación emocional de otro sin juzgarlo.